viernes, 17 de octubre de 2014

Budapest

Después de Viena cogimos un tren a Budapest, cómo no, tampoco había hueco donde meternos, así que nos quedamos en la cafetería del tren, donde conocimos a un grupo de Malagueños muy majos! Conseguimos llegar al albergue muy fácilmente, por fin teníamos una habitación para las 4, otra vez, aunque por los pasillos rondaba siempre un vagabundo mugriento con una lata de cerveza en la mano, no fallaba, era un complemento más de su modelito. Disfrutamos de la noche de Budapest con nuestros amigos malagueños, y al día siguiente a ver la ciudad sin a penas haber dormido, de hecho nos tuvimos que dormir una siesta en un parque porque no podíamos con nuestro cuerpo. También tuvimos un pequeño percance, reservamos unos baños en un balneario, resulta que solo podíamos ir hasta las 6 y llegamos alas 7, total que al reclamar nos devolvieron nuestro dinero (14€), y fue así como conseguimos ser ricas en Budapest.
Una ciudad con un gran encanto y mucha marcha :P


































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